Es tremendamente triste y desesperanzador que una forma mediocre de hacer política, esté enturbiando lo que puede y debe ser un gran evento para las ciudades de Cádiz y San Fernando; sí, para las dos, porque ambas tuvieron mucho que ver en todo lo que ocurrió.
Tardó años la alcaldesa de Cádiz en sacar de los archivos la propuesta del entonces concejal Fernando Santiago de conmemorar el bicentenario de la Constitución de 1812. Tardó años, pero la sacó, por lo cual cabe reconocerle ese mérito, aunque ella, que tan proclive es a apuntarse tantos, jamás, que yo sepa, le ha hecho ningún reconocimiento al hoy Presidente de la Asociación de la Prensa de Cádiz.
Desde entonces el recorrido de la organización del evento ha ido tendiendo sus altibajos, algo que no sorprende a nadie conociendo la personalidad de Teófila, pero que no por ello debe ser analizado y criticado, porque, si la cosa no sale bien, no es un problema de ella o de los otros, el precio político que puedan pagar es una mera anécdota, será un desastre que pagarán todos los ciudadanos de Cádiz y San Fernando y el buen nombre de ambas ciudades.
Está bien claro que, como ni Cádiz ni San Fernando tienen los recursos económicos necesarios para organizar ellos solos la celebración, es necesario que tanto la Junta de Andalucía como el Estado se involucren, aportando todo aquello que sea necesario. Así ocurrió en Sevilla con la expo, en Barcelona con las Olimpiadas y ahora en Zaragoza con la expo del Agua, y, que yo sepa, en ninguno de los casos hubo el nivel de conflictos entre ayuntamientos y demás instituciones estatales y autonómicas, que se están dando en Cádiz.
Sinceramente creo que Teófila se está dejando llevar por su confrontación política con el PSOE en lugar de actuar con sutileza. Lo que no puede pretender es que otros pongan el dinero y ella sea la que mande y dirija, jamás se lo van a permitir políticamente. Basta con que mire a Barcelona y Zaragoza, Sevilla era un caso diferente, para que vea que fueron o están siendo ahora sus alcaldes los que están llevándose todo el protagonismo. Por cierto, muy normal que en el logo apareciera solo sus nombres ya que no había mas ciudades implicadas, cosa que no ocurre en este caso.
Cuando empezó lo de la compra del Oratorio de San Felipe por la Junta, el ayuntamiento puso el grito en el cielo, provocando el aborto de la operación. Luego Junta y Obispado llegaron a un nuevo acuerdo, quejándose Teófila de que ella lo había intentado y no conseguido. Normal cuando no se tiene dinero.
Mas tarde han empezado a apropiarse logros de otros, como lo de la Cumbre de Jefes de Estado, o a tratar de imponer proyectos que no le corresponden como el del Castillo de San Sebastián, o a dar nombre al futuro Puente, que tampoco le corresponde.
Ahora, nuevamente, se monta la bronca porque el logotipo del Consorcio no lleve el nombre de Cádiz y no haya sido consultada. Curiosamente ella despreció a una oposición, que representa al 40% de los ciudadanos gaditanos, y aprobó el suyo sin solicitarles la más mínima opinión. Pero es que además sus declaraciones al respecto han sido poco afortunadas, no puede pretender que un Consorcio ponga en su logo el nombre de una sola de las ciudades consorciadas, ¿Qué pasa? ¿San Fernando no pinta nada? Qué manía de querer acaparar todo el protagonismo.
Para terminar dos apuntes: no entiendo que se haga un llamamiento a los gaditanos a unirse bajo el lema Cádiz 2012 cuando se ha pagado otro, Cádiz Ciudad Constitucional (CCC). Y segundo, que se diga que lo de ”La Pepa” es algo que goza de "mucho cariño" dentro de la ciudad de Cádiz y su provincia, pero fuera de ella no lo tiene. No sé en que colegio o con qué libro de historia han estudiado algunos, en los míos, en Madrid, se estudiaba como la Constitución de La Pepa.
Tardó años la alcaldesa de Cádiz en sacar de los archivos la propuesta del entonces concejal Fernando Santiago de conmemorar el bicentenario de la Constitución de 1812. Tardó años, pero la sacó, por lo cual cabe reconocerle ese mérito, aunque ella, que tan proclive es a apuntarse tantos, jamás, que yo sepa, le ha hecho ningún reconocimiento al hoy Presidente de la Asociación de la Prensa de Cádiz.
Desde entonces el recorrido de la organización del evento ha ido tendiendo sus altibajos, algo que no sorprende a nadie conociendo la personalidad de Teófila, pero que no por ello debe ser analizado y criticado, porque, si la cosa no sale bien, no es un problema de ella o de los otros, el precio político que puedan pagar es una mera anécdota, será un desastre que pagarán todos los ciudadanos de Cádiz y San Fernando y el buen nombre de ambas ciudades.
Está bien claro que, como ni Cádiz ni San Fernando tienen los recursos económicos necesarios para organizar ellos solos la celebración, es necesario que tanto la Junta de Andalucía como el Estado se involucren, aportando todo aquello que sea necesario. Así ocurrió en Sevilla con la expo, en Barcelona con las Olimpiadas y ahora en Zaragoza con la expo del Agua, y, que yo sepa, en ninguno de los casos hubo el nivel de conflictos entre ayuntamientos y demás instituciones estatales y autonómicas, que se están dando en Cádiz.
Sinceramente creo que Teófila se está dejando llevar por su confrontación política con el PSOE en lugar de actuar con sutileza. Lo que no puede pretender es que otros pongan el dinero y ella sea la que mande y dirija, jamás se lo van a permitir políticamente. Basta con que mire a Barcelona y Zaragoza, Sevilla era un caso diferente, para que vea que fueron o están siendo ahora sus alcaldes los que están llevándose todo el protagonismo. Por cierto, muy normal que en el logo apareciera solo sus nombres ya que no había mas ciudades implicadas, cosa que no ocurre en este caso.
Cuando empezó lo de la compra del Oratorio de San Felipe por la Junta, el ayuntamiento puso el grito en el cielo, provocando el aborto de la operación. Luego Junta y Obispado llegaron a un nuevo acuerdo, quejándose Teófila de que ella lo había intentado y no conseguido. Normal cuando no se tiene dinero.
Mas tarde han empezado a apropiarse logros de otros, como lo de la Cumbre de Jefes de Estado, o a tratar de imponer proyectos que no le corresponden como el del Castillo de San Sebastián, o a dar nombre al futuro Puente, que tampoco le corresponde.
Ahora, nuevamente, se monta la bronca porque el logotipo del Consorcio no lleve el nombre de Cádiz y no haya sido consultada. Curiosamente ella despreció a una oposición, que representa al 40% de los ciudadanos gaditanos, y aprobó el suyo sin solicitarles la más mínima opinión. Pero es que además sus declaraciones al respecto han sido poco afortunadas, no puede pretender que un Consorcio ponga en su logo el nombre de una sola de las ciudades consorciadas, ¿Qué pasa? ¿San Fernando no pinta nada? Qué manía de querer acaparar todo el protagonismo.
Para terminar dos apuntes: no entiendo que se haga un llamamiento a los gaditanos a unirse bajo el lema Cádiz 2012 cuando se ha pagado otro, Cádiz Ciudad Constitucional (CCC). Y segundo, que se diga que lo de ”La Pepa” es algo que goza de "mucho cariño" dentro de la ciudad de Cádiz y su provincia, pero fuera de ella no lo tiene. No sé en que colegio o con qué libro de historia han estudiado algunos, en los míos, en Madrid, se estudiaba como la Constitución de La Pepa.
Julio Braña
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