lunes, 29 de septiembre de 2008

Pillos y pícaros

Todos sabemos que en Cádiz es difícil, por no decir imposible en ocasiones aparcar, y de sobra nos es conocido el espíritu burlón y la picaresca que se maneja en Cádiz, dicho sea sin maldad. Por eso no me sorprendió cuando hace pocos días leía en la prensa que “las tarjetas falsificadas de aparcamientos de personas con minusvalía duplicaban a las oficiales”. Trucos para todos los gustos: como una fotocopia a color, bajártela de internet o incluso la utilización de la tarjeta de alguna persona ya fallecida; está claro que la necesidad agudiza el ingenio… pero como suele suceder el beneficio particular perjudica el bien colectivo. En Cádiz existen 160 plazas reservadas a minusválidos, 1000 tarjetas verdaderas y unas dos mil falsas, hagan la cuenta… el tema da para un pasodoble por lo menos, aunque no tiene ninguna gracia. Pero créanme, cuando se otorga una tarjeta de aparcamiento por una discapacidad no es como para mofarse, saber que tienes que manejar una silla de ruedas y no encuentras dónde aparcar o algún vehículo está invadiendo los pocos espacios sin barreras arquitectónicas que hay en nuestra ciudad hace que te acuerdes de todos los ascendentes familiares de quien te limita más que tu propia discapacidad. No en primera persona, pero si por un familiar muy querido me he visto en muchas ocasiones en esas circunstancias y al final siempre pienso lo mismo: quien así actúa es como quien escupe contra el viento, más tarde o más temprano te cae encima.
Toñi Asencio

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimada Toñi, el pasado 14 de octubre aprobó por unanimidad una proposición no de ley para que estacionar en los aparcamientos reservados para discapacitados conlleve pérdida de dos puntos del permiso de conducir y pase de considerarse de infracción leve a grave.
Algunas veces clamar en el desierto tiene sus recompensas. Lástima que esta sea la única manera de aplicarle civismo a ciertas personas.
Ya sólo nos queda que los dueños de coches y motocicletas respeten las aceras (sobre todos cuando estas son angostas), los pasos de peatones y las paradas de autobús. Y que entre todos construyamos un mundo accesible para cualquier persona, con y sin discapacidad.
Salud.