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Constitución Española. Artículo 27.3 " Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones". Es decir, no existe el derecho a la elección de centro. Este derecho es como el de una vivienda digna, que no nos permite elegir casa. El Estado ofrece en los colegios formación religiosa por profesores seleccionados por el propio obispado en el caso del catolicismo. El supuesto derecho a elegir centro no es tal, sino el que asiste a los padres para que los niños reciban una formación conforme a sus puntos de vista, si es que los quieren adoctrinar, claro. No hace referencia a la calidad de la enseñanza sino a trasladar a los hijos los prejuicios paternos. Se ofrece en los colegios públicos. Uno puede elegir centro con enseñanza gratuita en la medida de las disponibilidades de plazas y si prefiere pagar puede ir a donde quiera. En la red pública, integrada por los centros públicos y los privados concertados se está a las disposiciones de la autoridad educativa en cuanto a oferta de plazas conforme a la ley. No entiendo a esos padres que prefieren llevar a sus hijos a San Felipe Neri en aulas de cerca de 30 niños, con lo que se resiente la educación que van a recibir, porque el número de alumnos por aula importa, y mucho. Luego nos quejamos del retraso de la educación en España. Está claro que en los colegios antiguos había muchos niños por aula, y profesores sin titulación, y el canto del Cara al Sol antes de empezar, y migas clandestinas en los pisos . Que un juez se meta a ejercer de autoridad educativa es increíble, lo mismo que haya padres que prefieran aulas masificadas. Para qué decir del desajuste que se provoca en el resto de los niños que se ven obligados a recibir su docencia en condiciones precarias por el empecinamiento de 10 padres. No entiendo cómo se puede preferir la masificación en San Felipe Neri a una educación con garantías en un centro público. Allá estos padres , aunque le deben una explicación al resto de progenitores cuyos hijos se verán afectados. Todo esto por no hablar de los padres que mienten y engañan para obtener plaza en un determinado colegio. Qué educación le darán a sus hijos si para conseguir una plaza escolar mienten y falsifican.
Fernando Santiago