No os da la impresión de que hay personas que han hecho de la política un oficio?, ya sé que ¡vaya descubrimiento! Lo que quiero decir es que la única sorpresa que esperamos de algunas personas es ver en qué cargo se les sitúa en cada legislatura, porque que van a tener un cargo es seguro. Una especie de funcionariado de la política, que siempre han estado ahí y que ya nadie, ni ellos o ellas mismas recuerdan a qué se dedicaban en la vida “civil”, antes de dedicarse a la política. No digo que no haya personas versátiles y todo-terrenos de la política, pero de vez en cuando un pase a la vida civil revivifica y airea la mente. Creo que fue Felipe González quien dijo que quien sólo sirve para la política ni para la política sirve.
Lo digo sin acritud, habiendo desempeñado un cargo político durante diez años, que ya es, pero sin abandonar mi verdadero oficio y vocación, la medicina.
En fin desde aquí mi enhorabuena a Domingo Sánchez Rizo recientemente nombrado Gerente de la Agencia IDEA (antiguo IFA) y al nuevo Consejero de Obras Públicas Luís García Garrido, y por ende al PSOE gaditano que sale reforzado con estos nombramientos.
Lo digo sin acritud, habiendo desempeñado un cargo político durante diez años, que ya es, pero sin abandonar mi verdadero oficio y vocación, la medicina.
En fin desde aquí mi enhorabuena a Domingo Sánchez Rizo recientemente nombrado Gerente de la Agencia IDEA (antiguo IFA) y al nuevo Consejero de Obras Públicas Luís García Garrido, y por ende al PSOE gaditano que sale reforzado con estos nombramientos.
Toñi Asencio
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No sé yo si es malo per sé que la política sea un oficio. Me parece que es noble dedicarse a ella, que resuelve la vida de mucha gente. Y que la profesionalidad es útil en todos los órdenes de la vida. Está bien la renovación, pero la juventud es una enfermedad que se cura con el paso del tiempo. Los mejores delegados de la Junta son talluditos. Y hay políticos experimentados que son gente capaz ¿para qué jubilarlos?¿ganamos algo?
Fernando Santiago
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Comparto que es noble dedicarse a la política, lo malo son los políticos de oficio, es decir, aquellos que su estómago es el que les dicta como votar, no para llenar los de la gente sino el suyo propio.
De todas formas ¿quién pondría al frente de su negocio a alguien que ni ha estudiado ni ha trabajado en su vida?
Julio Braña
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