Vengo siguiendo con interés todo lo que está rodeando a la Asamblea local del PSOE de Cádiz que se celebrará hoy jueves, porque, aunque se diga que hay bronca cuando se presentan dos o mas candidaturas, personalmente pienso que, sabiendo mantener las formas y respetando las reglas democráticas, es mucho mas sano y enriquecedor que halla debate. De todo se aprende
Repito, prefiero el debate, a pesar de que se pueda correr el riesgo de derivar por caminos peligrosos para la credibilidad de un partido, antes que esas victorias por goleada. Nunca he creído en los grandes líderes al estilo de los visionarios religiosos americanos, que se suelen ver en las televisiones. Este tipo de liderazgos me ponen los pelos de punta, además, si uno lee con atención el currículo de los que le acompañan, verán que la mayoría de ellos tiene algo en común: el hambre, y los que son apartados haber demostrado valía en algo, y eso hace sombra.
Al actual equipo local, liderado por el concejal Federico Pérez Peralta hay que reconocerle que ha sido capaz de apaciguar las luchas internas del partido y que este, después de varios años, ha sabido mantener una cierta armonía. Así mismo hay que reconocer que han conseguido que el Gobierno de la Nación se halla volcado en Cádiz con numerosos proyectos: El Puente, tercer carril del Carranza, Autovía de acceso a Cádiz, etc. Pero, al igual que ha tenido esos méritos, hay que decir que su labor de oposición o no ha sido lo suficientemente contundente o, si lo ha sido, no han sabido transmitirlo a los gaditanos. Siempre han dado la impresión de estar acomplejados y de dar respuestas muy tibias a un gobierno local del PP que es el más flojo que se recuerda.
Con respecto a las candidaturas alternativas, es una pena que no concurran juntas. Contraponer dos proyectos es bueno, más puede ser contraproducente. No se porque me da la impresión que el problema que tienen no es proyectos sino de conductores del mismo. Me explico. La candidatura de Blanca Flores y Berasaluce parece estar formada por gente toda muy joven y con muy poca o nula experiencia política institucional; la de de Francisco Piniella por personas con alguna experiencia y algunos, como Paco Blanco, con un montón de años de militancia y lucha política.
Cuando se es joven siempre se tiene prisa por llegar y cambiar las cosas rápidamente, lo malo es que cuando lo consiguen se dan cuenta que no es tan fácil, cometen errores y les cuesta hacerlo, aunque, si bien es verdad, suelen dar un empujón.
Con los que llevan demasiado tiempo ocurre lo contrario, tiene la suficiente experiencia como para cometer pocos errores pero tienden a inmovilizarse y adquirir formas y maneras que retrasan los avances.
Yo lo veo como el gin-tonic, con dos cosas que por separado no tienen gracia y seguramente ni gustan, obtenemos algo que sabe deliciosamente. Si además le añadimos cubitos de hielo y unas rodajitas de limón en cantidades apropiadas, puede ser gloria bendita. Valga como ejemplo para que Peralta, Piniella y Flores lo intenten juntos, eso si, con moderación, pues se puede correr el riesgo de morir de éxito.
Julio Braña