Viejos y Hippies
Las polémicas en Cádiz siempre están más o menos dirigidas por intereses políticos. Cádiz tiene la suerte de tener discusiones un poco surrealistas como la bandera, el pájaro jaula o las plataformas antiderribo de la Aduana y de Naúticas. Estas peloteras no suelen pasar del ámbito de los periódicos o de la prensa en general ya que el ciudadano de a pié no ve peligrar sus intereses.
Las polémicas en Cádiz siempre están más o menos dirigidas por intereses políticos. Cádiz tiene la suerte de tener discusiones un poco surrealistas como la bandera, el pájaro jaula o las plataformas antiderribo de la Aduana y de Naúticas. Estas peloteras no suelen pasar del ámbito de los periódicos o de la prensa en general ya que el ciudadano de a pié no ve peligrar sus intereses.
Pero llevamos un mes asistiendo a un conflicto por el restaurante de dos plantas que el Ayuntamiento quiere darle al Grupo Grosso en la Playa Santa María del Mar. Hay muchas interpretaciones: El incumplimiento urbanístico; La prohibición del PGOU; El trato de favor a Pablo Grosso; La ocupación de un espacio público para un uso privado; El impacto mediambiental.....
Pero el hecho que más llama la atención de todo esto es que la protesta ha sido una iniciativa ciudadana espontánea, libre de intereses, limpia y noble. Algo totalmente inaudito en una sociedad como la gaditana acostumbrada a no tener sentido crítico. El valor que representa el hecho de que ciudadanos libres con conciencia de ciudad se movilicen para defender un espacio público es un sendero muy importante.
El PP en la ciudad ha aprendido a controlar cualquier movimiento o asociación. En 13 años de mayoría absoluta Teofila ha sabido comprar, controlar y manipular a colectivos de toda índole para su interés político.
El grupo de hombres y mujeres que se reunen todos los martes en Santa María del Mar deben ser cada vez más numerosos, deben de hablar y criticar y sobre todo organizarse para ser más independientes y tener conciencia colectiva.
El PP y su empresario afín Grosso los ha calificado de viejos y Hippies, pero ese insulto es un signo inequívoco de que no los controlan y que por tanto son libres.
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