jueves, 29 de mayo de 2008
LA BRONCA URBANISTICA DEL AYUNTAMIENTO
SOBRE LA PLAZA DE SANTA MARIA DEL MAR
Las polémicas en Cádiz siempre están más o menos dirigidas por intereses políticos. Cádiz tiene la suerte de tener discusiones un poco surrealistas como la bandera, el pájaro jaula o las plataformas antiderribo de la Aduana y de Naúticas. Estas peloteras no suelen pasar del ámbito de los periódicos o de la prensa en general ya que el ciudadano de a pié no ve peligrar sus intereses.
martes, 27 de mayo de 2008
PLAZA DE SANTA MARIA DEL MAR: RECTIFICACIÓN
lunes, 26 de mayo de 2008
LA PLAZA DE SANTA MARIA DEL MAR
Así no, Alcaldesa
Julio Braña Pino, ex Teniente de Alcalde de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Cádiz
Creo que no cabe la menor duda que el que exista debate en una sociedad es no solo bueno sino necesario para el progreso de una ciudad, demuestra que esa sociedad tiene pulso y se preocupa por su entorno. Debates como los que últimamente se están produciendo sobre el derribo o no del edificio de la Aduana o del que albergaba la antigua Escuela de Náutica son una muestra de ello.
Las minorías deben ser escuchadas con atención, nunca nadie esta en posesión de toda la verdad, y luego es a los gobiernos democráticamente elegidos a los que corresponde tomar las decisiones que estime oportunas. El acierto o no de las medidas que adopte se verán ratificadas en las urnas. Por tanto, y por la misma regla, las minorías deben respetarlas aunque no les guste. Estas deben ser las pautas del juego que nos permitan la convivencia y no impidan el progreso.
Dicho esto para evitar cualquiera mala interpretación, quiero expresar la sorpresa que me causaron las declaraciones de la Alcaldesa cuando, al se preguntada por el proyecto de instalar un restaurante en el mirador de la Playa de Santa María del Mar, intentó justificarlo con el argumento de que ella no había venido a esta ciudad a contar metro mas o metro menos, sino a fomentar el dinamismo y la riqueza.
Lo siento señora Alcaldesa, pero son unas declaraciones inoportunas e inadecuadas de alguien que, como máxima autoridad de la ciudad, es la garante de que se cumpla la legalidad y la primera en dar ejemplo. Porque, en este caso, a diferencia de los anteriormente reseñados, no estamos hablando de la opinión de unas minorías, sino de un proyecto que incumple lo establecido en las normas urbanísticas establecidas en el PGOU. ¿Se imagina si los hosteleros aumentaran el tamaño de sus terrazas más de lo permitido con el argumento esgrimido de aumentar la oferta y la riqueza?
La plaza en cuestión, conocida hace años por “el campito”, al pertenecer a la zona marítima terrestre, fue urbanizada por Costas, cediendo su uso al Ayuntamiento, que no su desafectación. Al ejecutar el Proyecto, la Corporación de entonces solicitó que bajo la plaza se albergaran infraestructuras que dieran servicio a la playa de Santa María del Mar, tales como aseos, vestuarios, botiquín, pañoles y hostelera. Todas las infraestructuras reseñadas han estado a pleno rendimiento excepto la referida a la hostelería, que permanece en bruto. No recuerdo las medidas exactas del citado espacio pero si puedo asegurar que, además de ser bastante grande como para albergar un restaurante, tiene la posibilidad de un mayor aprovechamiento, pues permite dos alturas con un amplio ventanal al mar.
Durante el tiempo que tuve la responsabilidad de gestionar la Delegación de Playas, los intentos para conseguir su ocupación fueron baldíos, y eso que en uno de ellos se incluyó la posibilidad de que el adjudicatario pudiera atender un pequeño quiosco de 5-6 m2 ubicado en la plaza. Sí hubo entonces la oferta de un empresario, conocido y solvente, de concursar, pero con la condición de aumentar los metros cuadrados de ocupación de la plaza, oferta que fue rechazada por incumplir la normativa legal establecida en el PGOU. Al igual que no me pareció apropiado hacerlo cuando estaba bajo mi responsabilidad, independientemente de la ilegalidad, tampoco me parece ahora adecuado que en una plaza de 2295m2 se pretenda construir una instalación de 260m2 de dos plantas, lo que supone mucho más del 11,3% de ocupación, por el enorme impacto visual que produciría.
Rectificar es de sabios, lo malo es que, cuando esta rodeado de mediocridad y, a veces, ignorancia, es mas difícil darse cuenta de que uno se puede estar equivocando. Para terminar manifestar que empresarios con iniciativa, como el señor Pablo Groso, son mas que deseables en nuestra ciudad.